Superficie Construida: 145 m2
Año: 2009 – 2010
Año: 2009 – 2010
Las cumbres nevadas del cerro Champaqui y el frondoso bosque cordobés son los principales factores que determinaron el diseño de este proyecto.
La casa se desarrolla como mirador, capaz de relacionar los recintos principales con el paisaje. Se adoptó una configuración lineal, en donde los espacios públicos, – comedor y living- , suceden a los privados, – dormitorios. Ambos espacios se relacionan a partir de una galería que se ensancha hasta convertirse en un deck, generando esa relación directa con el paisaje.
Por detrás de este primer sector se encuentra un vagón de servicios que funciona como espalda recostada sobre la ladera del cerro donde se ubicaron los sanitarios, vestidor, cocina y local de apoyo. También se colocó en esta zona el acceso principal para lograr el factor inesperado de descubrimiento del paisaje una vez que el visitante entra al hall para reforzar aún más la comunión con el entorno.
Todos los ambientes se comunican con el espacio exterior a través de puertas ventanas que van de piso a techo permitiendo una cercana relación con la naturaleza que produce variaciones de la atmósfera interna según el color variable de la luz a lo largo del día y del año.
El lote por ser inclinado permitió utilizar un plano inferior por debajo del nivel de la casa donde se incorporó un dormitorio de huéspedes con baño en suite que permita satisfacer la rica vida social de la joven pareja que encargó el proyecto. También pudo ubicarse un espacio de guardado debajo del deck para elementos de jardinería, bicicletas, etc.
Con respecto al concepto estético se utilizó un lenguaje contemporáneo de tipo racionalista que intentó sintetizar los elementos de diseño en prismas puros resaltando los materiales – piedra, madera, metal- antes que las formas.
Se desmaterializó la fachada norte para convertirla en un plano de cristal, donde las columnas metálicas se confunden con la carpintería de aluminio anodizado, en contraposición con la cara sur que se construyó en piedra y con mínimas aberturas para enfrentar el viento y la lluvia.
También debe resaltarse que el proyecto se basó en el concepto se arquitectura sustentable ya que la orientación se meditó cuidadosamente, colocando los locales principales directamente hacia el norte, con una galería que permite un asoleamiento controlado en las diversas estaciones, es decir, permitiendo la entrada del sol en invierno y evitándolo en el verano logrando así un significativo ahorro de energía en aire acondicionado y calefacción. Además se incorporaron materiales reciclados como el piso de pinotea de más de cien años de antigüedad.
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